Lana

no sostenible+fibra

Una gran parte de la Patagonia

está afectado por la desertificación debido al pastoreo de ovejas

El 86% de las ovejas australianas

son mulas

1.000 millones de ovejas

del mundo se crían para producir lana

La lana, como tal, es una fibra natural renovable, por lo que podría haberse considerado una opción respetuosa con el medio ambiente. Por desgracia, la cría extensiva de ovejas que se practica para satisfacer la demanda mundial ha tenido consecuencias desastrosas para el medio ambiente.

Las ovejas sobreviven gracias al pastoreo, que puede tener un impacto positivo en ciertos tipos de ecosistemas cuando está bien gestionado. Pero cuando se pastorea demasiado la tierra, se produce un sobrepastoreo.

El sobrepastoreo significa que la vegetación no tiene tiempo suficiente para volver a crecer antes de ser consumida. El suelo se debilita y es vulnerable a la erosión y la desertificación.   

Por ejemplo, una gran parte de la región de la Patagonia está afectada por la desertificación, principalmente debido al sobrepastoreo de las ovejas que se crían principalmente por su lana. 

Las ovejas también liberan metano, un gas que es 25 veces peor para el calentamiento global que el CO2. Las ovejas suelen ser sometidas a baños de insecticida que contienen sustancias peligrosas para los ganaderos. Los residuos de esas sustancias químicas nocivas pueden permanecer en la lana y llegar a nuestra ropa.

El bienestar de los animales:

Otra preocupación sobre la producción de lana es el mal trato que reciben las ovejas. Cuando se quita el vellón a una oveja (esquila), los esquiladores suelen herir a los animales, cortándoles la piel o golpeándolos para que se callen. Por último, la práctica del mulesing ha sido ampliamente denunciada por los activistas de los derechos de los animales. El mulesing consiste en quitar la piel de las ovejas merinas alrededor de la nalga para evitar infecciones parasitarias.